Ethan se despertó con la voz del capitán. El avión estaba iniciando su aterrizaje en el aeropuerto de Alicante. Había llegado al que sería su hogar, como mínimo, durante los próximos meses. Si todo salía bien, durante los próximos años.
De la vida que dejaba en Liverpool un recuerdo lo perseguía. Hacía ya meses que lo había dejado con Mike de forma repentina. Sus motivos incluso a él mismo le parecían estúpidos, pero no dejaban de ser sus motivos.
Estos meses habían logrado ser muy amigos y ambos parecían haber superado lo doloroso que en un principio había sido su ruptura, sobretodo para Mike. Sin embargo, y por mucho que Ethan se intentase engañar, todavía guardaba el olor de su colonia y el sabor de su polla en su recuerdo.
A flor de piel.
Y ahora, mientras el avión descendía a tierras españolas, no podía evitar recordar lo extraña que había resultado su despedida y lo diferente que podría haber sido todo.
Y ahora, era demasiado tarde.
O eso era lo que Ethan deseaba, estar seguro de que era demasiado tarde.
Pensar en la idea de estar equivocándose lo aterraba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario