30 de enero de 2010

Homenaje al corazón de Sebitas (28-02-09)

Insomnia.
El niño se levanta de la cama. Las 3 y 12 hora zulú. Soledad e insomnio, magnífica combinación. Se desliza entre las sábanas, y sale de la cama. En su casa siempre hace frío.
Se golpea el dedo pequeño del pie contra la mesita. No importa, no duele. Nada duele. Cepilllado de dientes, lectura contraproducente, Amélie en versión original, MGMT y .... Vetusta Morla.
Huele a sangre. Qué calentito se está bajo la bata y la bufanda. Ojalá no llegue el verano. Resaca de Telepizza y Efferalgan.
Puede ser que mañana esconda su voz, para hacerlo a su manera. ¿Importa? No, cantas de pena, niño. Sé que no te importa, que el realismo brilla por su ausencia en tí. El niño lo aprovecha, hoy no madura. Pero mañana sí. Aprovéchalo.
Algo le golpea el pecho. Es su corazón. "Estoy aquí", grita. Alguien oye esos gritos y los ignora. Qué fácil resulta arrancarse el corazón a veces. Duele, sí, pero no mucho.
Se vuelve a la cama. Hace frío en su casa, hace frío entre las sábanas. Está enfadado. No se habla con su corazón, nunca funciona cuando debe y viceversa. Sólo funciona roto, es inútil. Pedorreta. No te ajunto.
Poco a poco se duerme, con mariposas brotando de su pecho y posándose sobre sus ojos. Se duerme con una sola idea en su cabeza.

"¿Porqué mis besos siempre saben a sangre?"



2 comentarios:

Jessica dijo...

No sé por qué me ha entrado un escalofrío al terminar de leer la entrada...

Jessica dijo...

Fue algo q me dijeron hace poco y en aquella situación, en aquel contexto, me quedé sin palabras. Qué tontería!

Por cierto, la canción de Vetusta... genial!

La putada del concierto de Rafa es q es jueves y me va a tocar hacer caidita de ojos para ver si me acompañan y vienen por mí, porque si no, creo q ya me lo contarás jajja.


Muuuuacks!